La praxeología: una teoría de la práctica
Resumen
La Organización Minuto de Dios ha pretendido, desde sus inicios, formar el hombre
nuevo y crear auténticas comunidades, en lo posible autogestionarias. El facilitar que
las familias sin recursos pudiesen adquirir una vivienda fue apenas el comienzo de
un proceso que, poco a poco, centró en la educación integral del ser humano y de la
colectividad, sin descuidar la generación de empleo, la mejor utilización de los
recursos naturales y culturales y la salud física y espiritual de los integrantes del
núcleo comunitario. Todo esto, se ha realizado con el uso visionario de los medios de
comunicación. De ese modo, y de acuerdo con el papa Paulo VI, el Minuto de Dios
busca, para todo hombre y para todos los hombres, “el paso de condiciones de vida
inhumanas a condiciones más humanas”, en términos de lo que hoy llamamos
desarrollo humano y social sostenible.
Para el padre Rafael García-Herreros siempre fue claro, y lo es ahora para los
seguidores de su obra, que la educación tiene una doble función: por un lado, facilitar
el ingreso a la vida y a la humanidad mediante los aprendizajes primordiales para el
desarrollo de la persona como ser integral y, por otro, crear condiciones para la
incorporación a la sociedad por medio de la formación profesional, del sujeto social y
del ciudadano. Ésta ha sido la práctica de la Organización Minuto de Dios a lo largo
de cincuenta años.
URI
958-8165-13-X
http://hdl.handle.net/10656/649
http://repositorios.rumbo.edu.co/handle/123456789/93484