La literatura: un reto indeleble
Autor
Castaño Gómez, Liliana
López Arteaga, Jackeline
Ríos Duque, Stéfany Milena
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen
Ubicación en Biblioteca USB Medellín (Campus): CD-2469t.-- Tema: Pedagogía y literatura Pensar en el perfil de un docente de literatura, y en la influencia que este tiene en la formación de sus alumnos, implica acercarnos a ese preciso instante, donde un maestro toma un cuento para leerlo a sus estudiantes, y logra sumergirlos en ese nuevo mundo de fantasía y grandes sensaciones, sin prejuicio alguno. Pues así como lo plantea (Montoya, 2003) para que la literatura infantil guste y funcione como tal, es necesario que esté anclada en el lenguaje y la fantasía infantil. La clase de literatura en los pequeños debe ser un deleite, un momento en el que puedan traspasar a mundos maravillosos y desconocidos donde en el transcurso de la historia sean participantes activos de las aventuras que allí se presentan, logrando desbordar toda su imaginación. Este encanto por la literatura, es precisamente el que no debemos dejar morir en los estudiantes y hacer de cada encuentro un gran momento; donde los textos literarios son los que han de permitir comunicación, acercamiento y realidades que manifiestan sentimientos. Es por esto, que según Cerrillo, la enseñanza de la literatura debería de tener como objetivo principal la capacitación del alumno para que pueda acceder a una forma de comunicación que se realiza por medio de un lenguaje especial y que transmite un mensaje estético verbal. Con el cual, se logra encontrar un horizonte de ideas en las que se hacen evidentes los procesos de asimilación, gustos, intereses e inclinaciones hacia el conocimiento que sin lugar a dudas, es el medio principal para que la literatura desde su mundo fantástico, mágico y real, genere aprendizajes.
Enseñar literatura en la primera infancia ha de ser una base para el desarrollo de las competencias que el mundo educativo exige hoy en día, y por tanto, es de suma importancia decir que los estudiantes han de acercarse a este medio de aprendizaje interdisciplinar a través de su contexto, sus vivencias y sus intereses particulares; para ello, se sugiere un docente, que pueda ser a su vez un mediador entre los niños y los libros, un modelo de lector ejemplar, y una persona que motive a partir de sus experiencias y sus conocimientos a este ejercicio diario.