El sábado era sagrado para el protagonista de ésta crónica. Pero su sábado se ve interrumpido por el deseo de sus padres de viajar hasta Piendamó donde según dicen hay una niña que puede hablar con la virgen María. En el viaje el joven reflexiona sobre las cosas que le son importantes y de una manera divertida aunque no exenta de drama, comprueba que la fé mueve montañas. En la crónica el protagonista se confiesa y descubre además las amarguras del amor y la desventuranza dejando una lección de vida. La fé es la que nos convalida para ser competentes en nuestros proyectos. La masa se mueve permeada por los medios de Comunicación Social que los lleva y los trae involuntariamente movidos por los intereses comerciales y la fé no se salva de las intenciones mercantilistas de aquellos que venden la religión.